La jerarquía celeste

El teólogo de inicios del siglo VI Pseudo Dionisio Areopagita (llamado de tal forma al desconocerse con autenticidad su verdadera identidad) es el primero que establece una jerarquía de ángeles dividida en tres grupos de tres, según el supuesto grado de cercanía con la Trinidad. En su obra La jerarquía celeste, explica que su clasificación se basa en la que hizo su santo maestro Hieroteo. Por supuesto, se trata de una clasificación con base bíblica.

 

En lo que podría ser el capítulo central de La jerarquía celeste (VI, 2), dice el Pseudo Dionisio:

La Escritura ja cifrado en nueve los nombres de todos los seres celestes, y mi glorioso maestro los ha clasificado en tres jerarquías de tres órdenes cada una. Según él, el primer grupo está siempre en torno a Dios, constantemente unido a Él, antes que todos los otros y sin intermediarios. Comprende los santos tronos y los órdenes dotados de muchas alas y muchos ojos que en hebreo llaman querubines y serafines. Conforme a la tradición de las Santas Escrituras están colocados inmediatamente junto a Dios y a su alrededor, más cerca que ninguno de los otros. Este triple grupo, dice mi célebre maestro, forma una sola jerarquía que es verdaderamente la primera. Sus miembros disfrutan de igual estado. Son los más divinizados y los que reciben primero y más directamente las iluminaciones de la Deidad.

El segundo grupo, dice, lo componen potestades, dominaciones y virtudes. El tercero, al final de las jerarquías celestes, es el orden de los ángeles, arcángeles y principados.

 

De tal manera, la clasificación es, según el grado de cercanía con Dios:

 

  1. Serafines
  2. Querubines
  3. Tronos

 

  1. Dominaciones
  2. Virtudes
  3. Potestades

 

  1. Principados
  2. Árcangeles
  3. Ángeles

 

 

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Francesco Botticini, La Asunción de la Virgen (1475-1476). National Gallery de Londres; en el que se aprecian las tres grandes jerarquías de ángeles divididas en tres grupos cada una, rodeando en coro a Jesucristo y a la Virgen María.

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